1
¿Por qué te vas lejos, mi señor,
Y te ocultas en el tiempo de las penas?
2
Con soberbia el malvado persigue al necesitado;
Será atraído por los trucos que han inventado.
3
Porque el malvado se ríe del anhelo de tener su alma,
Enaltece al pecador, y menosprecia la palabra de nuestro señor.
4
El malo, por su arrogancia de su cara, no encuentra a Dios;
Dios no está en su mente.
5
Sus objetivos son malos durante mucho tiempo;
Sus actos los tiene muy meditados;
A todos sus enemigos los menosprecia.
6
Su alma y corazón dice: No seré cambiado nunca;
Jamás me encontrará la adversidad.
7
De su boca solo sale de blasfemias, mentiras y trampas;
Bajo su lengua hay ofensas y malicia.
8
Se sitúa cerca de los poblados;
En escondites asesina a los inofensivos.
Su mirada está siguiendo al débil;
9
Observa en la oscuridad, igual que el león desde su guarida;
Observa para robar al pobre;
Arrebata al pobre llevándole hacia la maldad.
10
Se esconde, se inclina hacia abajo,
Y caen en sus manos los indefensos.
11
Habla con su corazón: Dios lo desconoce;
Ha tapado su cara; jamás lo observará.
12
Álzate, mi Señor, levanta tu mano;
No ignores a los pobres.
13
¿Por qué olvida el malvado a nuestro Señor?
Su propio corazón dice: Tú no lo preguntarás.
14
Tú lo has observado; porque ves el trabajo y las ofensas, para premiar con tu mano;
A ti se acude el pobre;
Eres refugio del desamparado.
15
Rompe tú señor el brazo del impío,
persiguiendo la inmoralidad hasta que desaparezca.
16
Dios es nuestro Rey hasta la eternidad;
Desde su tierra han aparecido las propias naciones.
17
La aspiración de los humildes escuchaste, Nuestro Señor;
Tú tienes su corazón, y sientes sus plegarias,
18
Para enjuiciar al pobre y al desvalido,
Con el fin de que no repita ningún crimen como ser en vida terrenal.
La justicia del Salmo 10
El salmo 10, el salmo de pedir justicia al Creador o para invocar a Dios en tiempos de prueba, este salmo demuestra que se le puede pedir ayuda a Dios para que demuestre su poder sobre la maldad, justicia hacia aquellos hombres que desconocen la ley de Dios y se creen superiores, están dominados por el ego.
En este salmo inicialmente se muestra como hay un alejamiento de Dios de las personas y como las personas se están llenando de temor por el dominio de la maldad. En la sociedad en la que vivimos hoy nos enfrentamos a múltiples acontecimientos que han permitido que la humanidad avance en todas direcciones, si hemos vivido una vida de rectitud y llena de amor no se puede permitir el desamor y la injusticia guíe nuestro alrededor.
En esta situación, el pecador se siente fuerte deseando el mal y progresa enormemente en cuanto a bienes materiales y dinero, aprovechándose de los demás. Esto surge por 3 aspectos esenciales: el orgullo, que es la expresión del amor propio exacerbado, la tiranía que es expresión de perversidad y por último la incertidumbre de la promesa de Dios. Sin embargo, Dios se encuentra alejado porque sabe cuando es el momento de intervenir y pueda convertir a esa persona, en una persona llena de amor y que siga la palabra de Dios.
Para cada circunstancia de nuestra vida debemos seguir, depender y apelar a Dios, y creer en que si Dios hizo algo en el pasado, también lo puede hacer en el presente y en el futuro. Por lo tanto Dios tiene todo bajo su control, no hay que desesperarnos al ver una situación llena de maldad pues Dios sabe cuando actuar. Hay que volver a Dios, mirarlo y esperar, así se tendrá el mejor de los resultados.