Letanías del Santo Rosario
Las letanías del Santo Rosario, también denominadas letanías lauretanas –por haber sido aprobadas en Loreto-, son una serie de súplicas que se elevan a la Virgen María. Pues, la palabra letanía tiene su origen en la palabra litanéia, propia del vocablo griego, y que significa oración de súplica o ruego.
Primeramente, surgieron las letanías dirigidas a los Santos, específicamente durante el siglo VII, pero con el pasar del tiempo, empezaron a surgir las primeras letanías dirigidas hacia la Virgen María. De esta forma, cada pequeña iglesia tenía su propia letanía, hasta que estas proliferaron.
Sin embargo, las letanías del Santo Rosario, o lauretanas, fueron proclamadas como las oficiales, por medio de un decreto de Clemente VIII. Actualmente, el vaticano tiene un modelo que recomienda seguir a todos los creyentes.
Este rezo se caracteriza porque al final de cada una de sus oraciones se suele expresar la frase: “ruega por nosotros”. No obstante, muchas personas aún no están conectados son el poder que entraña tan peculiar suplica, y esta es la razón por la cual muchas personas llegan a sentir aburrimiento, en lugar de comprender el verdadero significado de esta maravillosa oración.
Todas las peticiones que se exclaman en las letanías del santo rosario son en realidad alabanzas que buscan la intercesión de María ante el Señor, por cada uno de quienes le piden.
Aunque son consideradas como una parte del Rosario, dado que León XIII, exhortó a finalizarlas en octubre junto a la exclamación del rosario, realmente pueden ser recitadas en muchos momentos del año, lugares, e incluso en distintos momentos de la vida misma.
Así, se pueden rezar como parte del culto, para dar honra a María, o simplemente en un día de misa. Quienes tienen problemas, o necesitan ayuda de Dios también pueden dedicar cualquier momento para hacer esta oración de todo corazón.
La importancia de las Letanías del Santo Rosario
Las letanías del santo rosario son un recurso del que pueden hacer uso los creyentes cuando lo deseen, sobre todo cuando sientan que desfallecen ante circunstancias que no logran controlar.
Todos los cristianos deben dar al Señor las alabanzas que este desea de sus fieles, pero en especial, estas letanías ennoblecen el corazón del hombre, ya que se trata de asumir con humildad que, ante Dios, no hay mejor figura intermediaria que la de la Madre de Jesucristo. Con rezar las letanías, el hombre también reconoce que sólo el poder divino puede sacarlo de las tinieblas.
En estos ruegos se hace un reconocimiento del importantísimo papel que tiene la virgen en la vida de cada ser humano, pues, es denominada de muchas formas dignas, tales como: Madre admirable, Rosa Mística, Madre del buen consejo, Madre del Creador, Madre del Salvador, Virgen digna de alabanza, Virgen poderosa, Causa de nuestra alegría, Trono de la sabiduría, Espejo de la justicia, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores, Consoladora de los afligidos, Reina de la paz, entre otros.
Reconocer cada una de las facetas de la Virgen es también aceptar que tiene el poder para transformar cada una de esas cualidades en cada uno de quienes la aceptan en su corazón y acuden a ella para elevar sus ruegos, de manera que, reconocerla como “Auxilio de los cristianos”, es también sentir la convicción de que ella proporcionará el alivio que se desea.
El mejor momento para rezar las Letanías del Santo Rosario es al final de los 5 misterios que deben rezarse todos los días. Sin embargo, si lo que se desea es simplemente dar un homenaje a la Virgen por algún milagro o intercesión que ya ha hecho en la vida, o si se atraviesa una dificultad, también se puede hacer. Lo importante siempre será hacerlo de corazón, sin sentir aburrimiento por ello.
Estas letanías son aclamadas con frecuencia cuando muchas personas sienten que tienen un familiar atravesando un momento en el cual pueden dejar de vivir, cundo alguien se siente mal de salud, si tiene problemas en su vida, está padeciendo a causa de algo, si cree que está viviendo bajo pecado y esto le lastima o no encuentra la salida, entre otras.
La razón por la cual las personas efectúan las letanías del Santo Rosario en ese momento es porque, no sólo se exaltan las cualidades de la Virgen María, sino que también se pide por su mediación. Es por ello que muchos incluyen al final de cada aclamación “intercede por mí” “ten piedad de mí”, “ruega por nosotros”, entre otras variantes.
Una figura muy importante, a la que Santo Tomás de Aquino ya había hecho referencia, y que aparece en las letanías es la de “vaso”. El ver a la Virgen como un vaso espiritual resalta las magníficas cualidades con las cuales Dios obró en ella –tal como un alfarero- para que recibiese a su perfecto y amado hijo Jesús.
Todas las cualidades que se mencionan en las letanías pertenecientes a la Virgen son para elogiarla, exaltarla, y son justamente las que el cristiano necesita para afrontar y superar las adversidades. Además, algunas de estas cualidades – o la mayoría- deben tratar de ser imitadas por los cristianos, ya que conforman el ser de la mujer perfecta ante los ojos de Dios y de la Iglesia.
Por ese motivo, es que la Virgen María también es compara con una torre de marfil, es decir, por su pureza –una característica que el Señor ama en todos sus creyentes-. Destaca la firmeza y la pureza de la Virgen al ser comparada con el marfil, una pureza que es fácil de enlodar, sino que es tan fuerte como una torre.
Quienes deseen encontrar cuidado o la mediación de la Virgen deben realizar estas letanías, siguiendo el modelo que el Vaticano sugiere:
Letanías del Santo Rosario Lauretanas
- Por último y ya para finalizar, recitamos esta oración:
Otra de las hermosas cualidades de la Virgen que vale la pena tener presente en todo momento de la vida, es la alusión que se hace a ella en las letanías como una Torre de David, ya que con ello la referencia es al Salmo 66, en el cual se alude a dicha Torre como un lugar para refugiarse. Así, tal como un castillo o una torre, María siempre será un lugar para que todos los creyentes encuentren amparo y protección.
¿Habías escuchado hablar alguna vez en tu vida acerca de las «letanías del Santo Rosario»? Si tu respuesta es no, pues no te preocupes porque a mí me pasó exactamente lo mismo.
La verdad es que, en la mayoría de los casos las mencionamos, pero realmente no sabemos que esas son las letanías del Santo Rosario o cuál es su verdadero significado e importancia… Pero hoy todo eso va a cambiar.
Es por ello que he preparado este artículo para ti. Para que con las letanías del Santo Rosario puedas demostrarle a Nuestra Madre y a Dios que los amas, que quieres seguir su ejemplo y, sobre todo: para pedirles perdón y agradecerles.
Las letanías del Santo Rosario son una oración de perdón, súplica o alabanza y van dirigidas a Dios y a Santa María. Sin embargo, yo la considero como un poema de amor hacia nuestra Madre… ¿Sabes por qué?
Muy sencillo, porque a través de esas letanías del Santo Rosario le digo cuanto la amo de muchas maneras diferentes (y creo que nunca será suficiente), pero esto te lo explicaré un poco más abajo.
Lo primero que quiero que sepas es que existen muchas letanías, como por ejemplo: las letanías del Santísimo Nombre de Jesús, las letanías de los Santos, la del Sagrado Corazón de Jesús o las letanías de San José. Sin embargo, yo aquí quiero que conozcas las letanías del Santo Rosario Lauretanas o también conocidas como las letanías de Loreto.
Estas letanías del Santo Rosario fueron aprobadas por el Papa Sixto V en el año 1587 y se rezan después de haber acabado con el Santo Rosario. De igual forma son usadas en misas o procesiones para homenajear a Nuestra Madre.
- Sé que puede parecer un poco difícil, así que yo te recomiendo que dividas las letanías del Santo Rosario Lauretanas en seis grupos. El primero (Santa María, …) que cubre toda la parte de su nobleza y grandeza.
El segundo (Madre de Jesucristo, …) donde la alabamos como Madre, luego en el tercer grupo de las letanías del Santo Rosario hacemos un saludo a María Virgen: desde donde dice «María prudentísima». El cuarto grupo se trata de representar todos los atributos de Nuestra Madre a través de símbolos o imágenes (Espejo de justicia, Trono de la sabiduría, …»).
El quinto grupo de las letanías del Santo Rosario nos permite alabarla y enaltecerla por sus vínculos con la Iglesia Militante (Salud de los enfermos, …). Esta Iglesia es donde nosotros nos encontramos hoy, en la tierra. Desde aquí hacemos todo lo que esté a nuestro alcance para ser verdaderos cristianos y seguir el camino de Nuestra Madre.
Por último, el sexto grupo es para celebrar que Nuestra Madre ya forma parte de la Iglesia Triunfante y que se encuentra al lado de Nuestro Dios, desde donde nos protegen e impulsan a lograr cosas que parecían imposibles sin su ayuda.
¿Ya ves? Es por eso que es tan importante; porque no solo la alabamos y la amamos aún más, sino que también nos permite pedirle que sea como la mediadora entre Dios y nosotros, es nuestro contacto directo con Nuestro Señor.
Además, si te fijas, en las letanías del Santo Rosario llamamos a Nuestra Madre con muchísimos nombres, y te sorprendería saber que cada uno de ellos describe a María a la perfección.
Por ejemplo, cuando en las letanías del Santo Rosario dice «Torre de Marfil», hacemos referencia a la belleza de Nuestra Madre. De igual forma cuando decimos «Torre de David», ya que Ella es como una fortaleza o un castillo que nos da protección. Lo mismo sucede con los otros términos, incluso con los más comunes.
Si has llegado hasta aquí, habrás notado que las letanías del Santo Rosario son palabras hermosas y que, sin duda alguna Nuestra Madre al sentir nuestra fidelidad y devoción al recitarla se llenará de gozo y nos retribuirá con infinitas bendiciones… ¡Inténtalo!
Si te ha gustado esta publicación, recuerda que nos encantaría saber tu opinión o experiencia. A lo mejor tú has rezado el rosario de una forma diferente y puedes comentarla con nosotros… ¿Te anímas? :).