1
Orad felices a Dios,
sus hijos que habitan en la tierra.
2
Ayudad a Dios con júbilo;
id ante Él con alegría.
3
Recordad que Dios es todopoderoso.
Él nos creó, más luego los padres tuvieron hijos.
Formamos parte de su pueblo,
Y somos ovejas dentro de su rebaño.
4
Pasad por sus puertas agradeciendo su bondad,
Y por sus pórticos con loas.
¡Aleluya!, alabad a su Ser.
5
Porque Dios es caritativo;
Su bondad es eterna,
y su amor perdurará con el paso del tiempo.
La verdad del Salmo 100
El salmo 100 es un salmo de alabanza y que desborda gratitud hacia Dios, es un salmo que permite llevar al máximo punto de la vida espiritual, sirve para mostrar amor a Dios con total adoración y permite cantarle en agradecimiento por tantos favores concedidos. Además, una enseñanza que nos deja este salmo es el principio básico del amor de Dios: servir, trabajar para alguien, ser siervo y adorar.
Cuando las personas son ambiciosas, cuando ponen sus vidas como si fueran sus propios creadores y son el centro de su propio universo, tienden a perderse cando han perdido todo aquello que creían cierto, como lo material y el ego, pierden todas las esperanzas. Pero, cuando una persona cree en Dios, en su presencia y poder de creación, que nos los proporciona en todo lo que tenemos y nos enseña a regalarlo a los demás como él nos lo ha regalado, no nos perderemos en el camino. Es decir, a pesar de que podamos perder cosas materiales, se puede tener la confianza de que Dios prevalecerá en todo momento, esto nos fortalecerá para enfrentar las adversidades y confiar plenamente en que Dios nos salvará.
La forma de adoración más grande es el amor, este salmo son enseña que tenemos la misión de reconocer la existencia, presencia y omnipotencia de Dios sobre la tierra y se le adoro como el único rey.
Para concluir, el salmo 100 es un salmo que hace un llamado a alabar a toda la tierra y a todo lo que y a quien Dios ame.