1
Dios, tú eres mi Señor, al amanecer te encontraré.
Mi propia alma tiene necesidad de ti, mi ser te echa de menos
Como los desiertos necesitan el agua,
2
para observar tu poderío y tu salvación,
también te contemplo en la casa de Dios.
3
Porque tu cariño vale más que cualquier vida;
Mi ser te glorificará.
4
te rezaré durante toda mi vida;
y por tu gloría levanté las manos.
5
Mi espíritu saciará su hambre como el manjar más rico,
y cantaré cánticos e alergia y gozo.
6
Me acordaré de ti en mi hogar,
y meditaré contigo por la noche,
7
Eres mi auxilio,
y me cobijo al lado de tus alas protectoras.
8
Mi espíritu está contigo;
Al lado de la mano derecha de mi Señor.
9
Los que intentaron destruir mi alma,
Irán a lo más profundo del precipicio.
El Salmo 63 es la satisfacción del alma a través de Dios
Nuestro Dios es el único que puede saciar nuestra alma, tal como se muestra en este Salmo 63. No vale de nada llenarse de riquezas o ir toda la vida en pos de cosas que nunca podrán suplir el lugar que nuestro Señor debe ocupar en nuestras vidas.
David sabía de ello y por eso, en este Salmo 63, menciona que incluso de madrugada lo buscará, porque su alma tenía sed de su presencia, así como su carne.
El alma, y nuestra vida, es comparada como tierra seca y árida donde no hay aguas, cuando Dios no es el protagonista de nuestras vidas. Podemos distraernos y llenarnos de muchas cosas, o personas, pero nunca nada suplantará el poder o la satisfacción de tener a Dios en nuestra alma.
Muchas personas están llenas de riquezas, logros, grandes cantidades de trabajo, excesos de dinero y lujos, pero siempre sienten que les falta algo, sienten que todo lo que tienen no les termina de saciar, y esto es porque ningún objeto o cosa alguna puede cumplir la función de Dios en nuestra vida.
David, ya había tenido demasiado en su vida, todo tipo de abundancia, pero él estaba consciente de que sólo Dios podría darle satisfacción a su alma. Por ello, nosotros también debemos iniciar el día buscando llenarnos de la presencia de Dios. No es una casualidad que el salmista decida buscar al Señor incluso en la madrugada.
David conocía la relevancia de Dios en su vida, por ello afirmó en el Salmo 63 que la misericordia de Dios era mejor que la vida misma, y esto ya era un motivo para alabarle.
Nosotros también debemos sentirnos comprometidos a alabar a Dios y alzar nuestras manos, en forma de gratitud por todo lo que Dios puede obrar en nuestras vidas.
Incluso en la noche, en el día, en la madrugada, en todo momento, nuestra alma debe permanecer apegada a Dios, así como lo hizo David y lo mostró en este Salmo 63.