1
A ti Señor que vives en los cielos,
Elevo mi mirada.
2
Estamos aquí, como los ojos de los plebeyos miran a sus señores,
y como la mirada de la sierva, no aparta la mirada de su señora,
nuestros ojos observan a nuestro Señor,
hasta que su piedad llegue a nosotros.
3
Ten piedad de nosotros, oh Dios, ten piedad,
porque estamos cansados de las injusticias.
4
Disgustados está nuestro espíritu
De la humillación de los malvados,
y de las injusticias de los pecadores.
El Salmo 123 muestra la verdad de Dios
El salmo 123 expresa los sentimientos que tiene el pueblo de Dios en ocasiones de burla, sufrimiento y el desprecio de sus enemigos.
Durante el regreso de los judíos del destierro, los vecinos paganos los humillaban y los despreciaban, no les prestaban ayuda sino que se aprovechaban de su condición de debilidad y necesidad para mofarse, pero Dios siempre esta pendiente de los suyos y esta muy consiente de las burlas que sufrieron sus hijos y siempre se le puede pedir socorro.
Este es un salmo que busca protección, al alzar los ojos al cielo se puede apreciar toda la grandeza y disposición al socorro al mirar la mano de Dios que se extiende desde las alturas, este se siente al mirar su obra y saber que esta allí para nosotros.
Para entender de forma mas clara este salmo hay que retomar un poco de la vieja cultura hebrea. A los siervos, en aquella época, al atender a sus amos se les dirigía mas que todo a través de señales y esto hacia que los siervos estuvieran pendientes de las manos de sus amos.
Es por esto, que cuando se habla de la mano del Señor, es esperar la señal de tarea y de que su mano providente nos de la porción de un tiempo oportuno. En ocasiones, las palabras pueden dañar más que una herida física, se habla de menosprecio y escarnio que sufrían los siervos del Señor porque no se han sometido a aquellos señores paganos que creen la fe algo ridículo.
Con este salmo se manifiesta y se pide compasión a Dios, que intervenga y que alivie a las personas de este malestar. Este salmo es para pedir por los que hoy sufren la mentira, la maldad, la humillación y marginalidad, para que Dios muestre su bondad con ellos.