1
Al lado de los ríos de Babilonia,
nos situamos y aun afligidos,
recordamos a Sion.
2
Sobre los árboles, en medio del bosque,
enganchábamos nuestros instrumentos.
3
Allí los guardias nos pedían llevado cautivos nos pedían canciones,
y nuestros adversarios nos pedían felicidad, diciendo:
Cantad canciones de Sion.
4
¿Cómo vamos a cantar a Dios
en tierra desconocida?
5
Si no te recuerdo Jerusalén,
Que mi mano derecha no se mueva.
6
Mi lengua se fije a mi boca
Si no te recuerdo mi Señor,
si no ensalzo a Jerusalén
como origen de mi felicidad.
7
Recuerda, oh Dios, los siervos de Edom
que aquel día en Jerusalén afirmaban: Quemadla, Quemadla
hasta la ceniza.
8
Fruto de Babilonia, la desaparecida,
bienhallado el que te retorne el mal que nos cayó
9
Bienhallado el que elija a tus siervos y los envié
contra el acantilado.
El Salmo 137 y Jerusalén son el centro de cristianismo
El salmo 137 es un lamento de aquellos que estaban prisioneros y cautivos en Babilonia, no solo expresa el dolor que ellos pasaban, también refleja esa sensación de tristeza de quienes no han valorado algo y luego lo añoran a ser quitado de ellos; a su vez, posee una sed de venganza y de castigo a aquellos que dañan a los hijos de Dios.
¿En nostalgia y dolor se mantiene la lealtad ante nuestras creencias? ¿La venganza agrada a Dios?
Dios en su infinita misericordia nos otorga el libre albedrio, la libertad para decidir ante circunstancias de la vida. Cuando se pasan por situaciones de dolor y de tristeza, debemos mantener nuestra lealtad y fe en Dios, solo en él, como hicieron los cautivos de Babilonia que en situaciones difíciles nunca dejaron a un lado la lealtad y la fidelidad a Dios, demostrando que sus talentos solo pertenecen a él.
El señor bendice a sus hijos con capacidades únicas y ante esa bendición solo se debe ser leal, no importa que tanto dolor exista porque si Dios está con nosotros, nada falta.
Claro, aquellos que sucumbían y añoraban épocas pasadas donde podían adorar a Dios de la manera en que querían, se dieron cuenta de la verdadera importancia de valorar lo que tienen en el momento, de agradecerlo, mensaje claro para aquellos que comienzan a hacerlo solo cuando ya no pueden disfrutar de algo que antes si, es por eso la importancia de ser agradecido día a día con nuestro creador por sus bondades sobre nosotros.
Ahora bien, en este salmo existe un pedido de Justicia a Dios, una plegaria, un ruego que demuestra una sed de venganza que no agrada al creador, no importa en qué escenario se esté.
Existe una mezcla de buenas intenciones y malas intenciones; buenas en la lealtad a Dios y malas en la sed de venganza por el daño ocasionado; muchas veces en la vida al encontrarnos en circunstancias difíciles o en momentos en que no estamos para alegrías, debemos entender como hijos del señor que no se está solo para lamentarse, estamos más bien para reconocer que estamos a tiempo de alegrarnos en Dios, que a pesar de estar tristes y sentir que estamos solos, no es así, porque él no olvida a sus hijos así lo refleja el salmo 137.
Por ello que cuando ponemos nuestras cargas en él y entendemos que todo es más sencillo cuando nos abandonamos en Dios, le permitimos que transforme nuestro pesar y nostalgia en una hermosa canción de amor y bendiciones infinitas.